martes, 6 de noviembre de 2012

MNBA: CARAVAGGIO Y SUS SEGUIDORES

La cabeza de Medusa, 1597.
La muestra se presenta en  el renovado Pabellón de Exposiciones Temporarias del museo y está encuadrada en la conmemoración del cuarto centenario de la muerte del artista.

Michelángelo Merisi, nacido en el pueblo de Caravaggio  (Provincia de Milán) en 1571 y muerto en Puerto Ercole en 1610, es el primer gran exponente de la pintura del Barroco. Criticado e incomprendido en los siglos XVII y XVIII por el  naturalismo temprano de sus imágenes y por los modelos, elegidos entre las gentes del pueblo,  con que representa a las figuras religiosas, fue revalorizado en el siglo XX, tanto por el valor intrínseco de sus composiciones como por su leyenda de personaje excéntrico e irascible.
Sus pinturas concitaron, en su momento, la atención del cardenal Borghese por la poesía y el misterio oculto tras las sencillas escenas, que con una cierta impronta popular y realista, de alguna manera, respondían al ideal de la Contrarreforma. Aún así la Iglesia mantuvo una posición ambivalente frente a su manera tan particular de alejar la imaginería religiosa de la beatitud y el embellecimiento ejemplar,  al dotarlas de cierta sensualidad y realismo.
Si bien  la técnica del clarooscuro es anterior al arte de Caravaggio,  éste lo definió aun más oscureciendo las sombras e iluminando el objeto como si fuera un eje de atención. La oscuridad como factor estético, las antítesis conceptuales, la plena conciencia de la fugacidad temporal y la precariedad a la que humanamente estamos expuestos,  la  “presencia”  del vulgo y el alejamiento de toda estilización preciosista definen el arte del Barroco, que se ve enaltecido en las pinturas de Caravaggio.
La exposición, que consta de veintidós obras, incluye  unas pocas pinturas  de Caravaggio y  algunas de sus seguidores italianos: Orazio Gentileschi y su hija Artemisia, y de los extranjeros: Simón Vouet y José Ribera, entre otros. Fue concebida por Rosella Vodret y curada por Giogio Leone.
Cabe destacar también la colorida renovación del museo y la reordenación de las obras que conforman su patrimonio.